Llegué sin saber donde me metía, sin saber que me llevó allí, y aún menos que clase de gente me encontraría. No tenía ni idea que estas personas acabarían siendo mi segunda familia. No imaginé que las primeras clases, o incluso el primer mes, fueran tan intensas, tan profundas.
Aquellos momentos me permitieron conocer a las personas que me rodeaban, e incluso a conocerme más a mí misma. A saber que no todos somos tan diferentes, que hay momentos en nuestra vida que nos han unido, que nos han marcado.
Que seguramente la casualidad nos ha traído aquí, a encontrarnos, a unirnos. Qué no solo es un curso de formación, que hay algo más, o eso quiero pensar. Me niego a pensar que es solo eso.
Autoconocimiento, respeto y empatía, sentir cada uno de ellos por cada rincón de mi piel, sabiendo que no soy la única que lo vive así.
Que lloramos, reímos.
Laia. 3K St.Feliu. Juny 2018